Los textos dialogados
El texto dialogado es el que se produce entre un hablante y un oyente que intercambian información, alternando los turnos de palabra. Un diálogo puede ser oral o escrito:
- Oral: en un diálogo oral se intercambian turnos de palabra, pero también gestos, expresiones de la cara, movimientos de las manos y el cuerpo, entonaciones distintas, pausas, etc. Con ellas, el hablante comunica emociones o apoya sus ideas.
Algunos ejemplos de textos dialogados orales son:
- La conversación: es un diálogo improvisado, amistoso. Es nuestra principal forma de comunicarnos.
- El debate y la tertulia: son diálogos planificados en los que un grupo de personas discute sobre un tema. Suele haber un moderador que reparte el turno de palabra.
- La entrevista (en televisión o radio): un periodista hace preguntas a una persona para conseguir información.
- Escrito: el diálogo se reproduce por escrito en distintos soportes (un teléfono móvil, un libro, un periódico, etc.).
Podemos encontrar diferentes tipos de textos dialogados escritos:
- Un chat, en el que, además de mensajes escritos cortos y dinámicos, se utilizan emoticonos, gifs y otros recursos para comunicar emociones.
- Una entrevista publicada en un periódico.
- Una obra de teatro: aquí todo el texto es dialogado. Como no hay narrador, el autor de la obra tiene que transmitir las acciones, los sentimientos y las ideas de los personajes por medio de los diálogos. Lo explicaremos más adelante.
- En una narración (cuento, novela, fábula, etc.) también puede haber diálogos, cuando el escritor incluye lo que los personajes se dicen unos a otros. Cuando un personaje habla, se utiliza un guion o raya de inicio de cita.
Este es un ejemplo de texto dialogado dentro de una narración. Fíjate en que no se pone el nombre de los personajes, como sí se hace en el teatro, sino que se alternan los guiones para indicar los turnos de palabra de cada uno.:
-Minino de Chesire- empezó Alicia tímidamente [...]- ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
-Eso depende del sitio al que quieras llegar- dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio...
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes- dijo el Gato.
-... siempre que llegue a alguna parte- añadió Alicia.
-¡Oh, siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo suficiente!
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas. Ed. Lumen, 2003.