Si nos centramos en el género, los sustantivos pueden ser de género masculino o femenino.
Si el sustantivo admite delante el artículo el o los, es de género masculino. Por el contrario, si permite utilizar el artículo la o las, es de género femenino.
La mayoría de los sustantivos tienen una única forma (de género masculino o femenino), ejemplo el techo, la televisión.
Sin embargo, existen algunos sustantivos (que nombran a personas o animales), que tienen una forma para el masculino y otra diferente para el femenino. Cuando esto sucede, debemos tener en cuenta que los sustantivos en femenino pueden formarse de distintas maneras:
1. Cambiando la terminación -o del masculino por -a ; maestro/maestra, león/leona, mecánico/mecánica.
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2. Añadiendo las terminaciones -isa, -esa, -ina al masculino: poeta/poetisa, tigre/tigresa, héroe/heroína.
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3. Cambiando la terminación del masculino: actor/actriz, rey/reina.
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4. Utilizando palabras diferentes para el masculino y el femenino: hombre/mujer, vaca/toro, caballo/yegua.
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Aparte de esto, no podemos olvidar aquellos sustantivos cuya forma es la misma para el género másculino como para el femenino: el violinista/ la violinista, el periodista/ la periodista, el bebé/ la bebé.
Finalmente, acabamos aprendiendo sobre los sustantivos epicenos. Los sustantivos epicenos son aquellos que pueden ser masculino o femenino y sirven para designar ambos sexos, independientemente del género gramatical del sustantivo. Estos sustantivos no permiten la variación en el artículo. Por ejemplo: la palabra cocodrilo se escribe con el artículo el (el cocodrilo y no la cocodrilo). Por ese motivo, este tipo de sustantivos a menudo necesita la aclaración de otra palabra, para que se entienda si se trata de una palabra femenina o masculina. Por ejemplo, el personaje masculino/ el personaje femenino.