¿Qué es el Ciberacoso?

El Ciberacoso es acosar, amenazar, humillar, vejar o molestar de manera intencionada y repetida a otros menores mediante el uso de las TIC.
Puede causar un grave daño en las víctimas que lo padecen, pues crea una enorme sensación de vulnerabilidad.
El Ciberacoso, por el anonimato que le proporciona la red, tiene un componente de invencibilidad y viralidad importante que lo hace aún más dañino para las víctimas. El Ciberacoso puede durar 24 horas, 7 días a la semana, siendo menor la percepción del daño causado por parte del agresor, ya que la distancia física que profieren las TIC´s dificulta que el agresor perciba el daño real que está causando.
Se puede producir de varias maneras:
- Ataques directos: insultos, amenazas y acciones dirigidas contra otro menor.
- Rumores, publicaciones vejatorias sobre otro menor, publicado todo ello en la Red.
- Suplantación de identidad, perfiles falsos, todo ello para hacer que terceros ataquen al acosado.
¿Qué podemos hacer?
- Con la víctima:
- Hablar con la persona que le está molestando para que deje de hacerlo.
- Hacerle ver que la culpa no es suya, “¡el otro se porta mal, no tú!”.
- Apoyarse en su grupo de amigos.
- No responder a las provocaciones…que las ignore.
- Enseñarle a configurar su privacidad. Si le molestan que bloquee.
- Comunicar el acoso a un adulto.
- Recopilar pruebas. Evidencias del Ciberacoso.
- ¡Denunciar!
- Con los testigos:
- ¡NO PARTICIPES!
- Si se trata de alguna amenaza, insulto, chantaje, suplantación, ¡avisa a un adulto!
- Si recibe fotos, vídeos, etc. de otros en esta situación, ¡no compartir!
- Hacerle ver que tanto la identidad digital, como la real, están protegidas por ley.
- Con los acosadores:
- El objetivo principal ha de ser lograr la concienciación y reeducación del menor agresor, siendo necesario tener en cuenta su edad y grado de madurez.
- Se les debe formar específicamente acerca de las consecuencias de su conducta ya que puede desarrollar problemas en sus relaciones interpersonales, conductas violentas y alteraciones emocionales. Se convierte en víctima de su propio rol dentro del grupo. Podría hacer del acoso una forma de vida. Por otro lado, estas actitudes llegan a las repercutir a nivel legal.
- Llevar un seguimiento temporal del proceso del menor agresor.
- En los casos en que la conducta agresiva pueda considerarse excepcionalmente antisocial, considerar la derivación del menor a otros especialistas como psicólogos, psiquiatras... etc.
Lectura facilitada
El Ciberacoso es acosar, amenazar, humillar, vejar o molestar de manera intencionada y repetida a otros menores mediante el uso de las TIC.
El Ciberacoso puede durar 24 horas, 7 días a la semana.
Se puede producir de varias maneras:
- Ataques directos: insultos, amenazas y acciones dirigidas contra otro menor.
- Rumores, publicaciones vejatorias sobre otro menor, publicado todo ello en la Red.
- Suplantación de identidad, perfiles falsos, todo ello para hacer que terceros ataquen al acosado.
¿Qué podemos hacer?
Con la víctima:
Hablar con la persona que le está molestando para que deje de hacerlo.
Hacerle ver que la culpa no es suya, “¡el otro se porta mal, no tú!”.
Apoyarse en su grupo de amigos.
No responder a las provocaciones…que las ignore.
Enseñarle a configurar su privacidad. Si le molestan que bloquee.
Comunicar el acoso a un adulto.
Recopilar pruebas. Evidencias del Ciberacoso.
¡Denunciar!
Con los testigos:
¡NO PARTICIPES!
Si se trata de alguna amenaza, insulto, chantaje, suplantación, ¡avisa a un adulto!
Si recibe fotos, vídeos, etc. de otros en esta situación, ¡no compartir!
Hacerle ver que tanto la identidad digital, como la real, están protegidas por ley.
Con los acosadores:
El objetivo principal ha de ser lograr la concienciación y reeducación del menor agresor, siendo necesario tener en cuenta su edad y grado de madurez.
Se les debe formar específicamente acerca de las consecuencias de su conducta ya que puede desarrollar problemas en sus relaciones interpersonales, conductas violentas y alteraciones emocionales. Se convierte en víctima de su propio rol dentro del grupo. Podría hacer del acoso una forma de vida. Por otro lado, estas actitudes llegan a las repercutir a nivel legal.
Llevar un seguimiento temporal del proceso del menor agresor.
En los casos en que la conducta agresiva pueda considerarse excepcionalmente antisocial, considerar la derivación del menor a otros especialistas como psicólogos, psiquiatras... etc.